viernes, 25 de febrero de 2011

And the Oscar goes to...

Se acerca la noche del cine por excelencia y la entrega del premio más afamado dentro de la industria cinematográfica: el Oscar...tradición que se remonta hasta 1929...y aquí estamos a la espera de su edición número 83, en una gala que, por lo visto, promete grandes sorpresas...
Muchas son las nominaciones y los profesionales a premiar, si bien es cierto que las categorías "más gordas", o mejor dicho, las que más despiertan el interés del público son "mejor película", "mejor dirección" y "mejor película extranjera", sección en la que podríamos haber participado con
También la Lluvia de Icíar Bollaín, pero que desgraciadamente no contó con la suerte de su lado...
Y como todos los años ¡se levantan las apuestas!...claro está, yo ya tengo hecha mi quiniela, o mejor dicho, tengo claro qué premios me gustaría que se llevara cada película, en vez de qué premios creo (pensando friamente) que se va a llevar cada película...cosas radicalmente opuestas.
Como cinta favorita a conseguir el Oscar a mejor película, tenemos el
Discurso del Rey y La Red Social, ambas totalmente dignas, llegando a resultar un producto de mucha calidad en todos los aspectos que componen un film (porque digo yo que si es un premio a la mejor película, tendrá que valorarse TODO)...y si es así, entonces he de ir en contra de los vaticinios, y a pesar de que ambas películas me parecieron casi redondas, yo le doy mi voto a Black Swan, la cual es, simplemente, genial, una Obra Maestra que, poniéndonos épicos, honra al séptimo arte, a la cultura ¡y a la raza humana en general!...Aronofsky ¡queremos más!
Pero también, estas tres, tendrán que competir con otros grandes títulos como
Winter´s Bone, por lo visto toda una sorpresa para la crítica, True Grit, en la cual, al menos desde mi punto de vista, los Cohen han estado un poco flojillos esta vez. Hay que añadir el pelotazo de Inception, con Nolan a la cabeza, aunque un poco sobre valorada, pienso...también The Fighter, y la cara un poco más independiente de Los chicos están bien, las cuales no he tenido el placer de ver...y por último, la muy merecida presencia del cine de animación con Toy Story 3...aunque yo volvería a nominar a Up ¡para toda la eternidad!

En la categoría de mejor director, aunque Aronofsky se lo merece con creces, creo que este año la estatuilla se la llevará Fincher...que ya toca.
Como mejor actriz...¡Portman por favor!...mejor actor, supongo que Colin Firth y su asombroso tartamudeo, y como mejor película extranjera...la verdad es que está la cosa un poco más confusa...quizás
Biutiful.
Y en el resto de nominaciones, reconozco que mi objetividad ¡si alguna vez existió! se pierde del todo, y más bien "deseo que" a "pienso que"...pero bueno, como dice el dicho "para gustos colores y para pechos sujetadores"...eso si, mejor fotografía,
Black Swan ¡por favor! y mejor banda sonora La Red Social...¡he dicho!

martes, 8 de febrero de 2011

The Sanctum


The Sanctum (El santuario), dirigida por Alister Grierson, es la nueva obra producida por el rey del entretenimiento y el cine de masas, el director que consiguió hacer de Titanic la película más taquillera en su momento, y que ha conseguido superarse a si mismo, el año pasado, con la superproducción en 3D, Avatar. Con estos antecedentes, parece que uno se siente prácticamente obligado a asistir a la proyección de un film que cuenta con el visto bueno de uno de los grandes del cine actual como es James Cameron. Y si que puede percibirse cierto aire “cameroniano” en la dinámica de la película, y sobre todo en la estética 3D, pero, por otro lado, si analizamos este producto con calma, nos damos cuenta de que no es oro todo lo que reluce y de que, a pesar de su padrino, resulta una película bastante mediocre.

El Santuario nos narra la historia, supuestamente basada en hechos reales, de un grupo de espeleólogos que se sumerge en lo más profundo de una de las cuevas más inaccesibles y peligrosas del planeta, con todos los riesgos que ello entraña. Cuando parte de la expedición todavía continúa en las profundidades de la gruta, sobreviene un monzón que inunda la cueva prácticamente en su totalidad, por lo que los protagonistas deberán luchar con todas sus fuerzas y valentía para poder sobrevivir.

Como os podéis imaginar, esta historia más que manida y exprimida en diferentes versiones por el cine de acción y de catástrofes naturales, no es más que la excusa para poder desarrollar la tecnología 3D en todo su potencial, y más teniendo en cuenta el juego que puede dar el interior de una cueva subterránea. El resultado final, es hora y media de tensión no muy bien conseguida y una enervante agonía y claustrofobia por parte del espectador, que si bien era la intención que perseguían los creadores del film, lo han conseguido con creces, mientras que, sin el 3D, la película resulta muy predecible y nos deja con un regusto a telefilm de sábado por la tarde.