miércoles, 6 de octubre de 2010

Federico Fellini - Amarcord

No se me ocurre mejor manera para iniciarme en este mundillo, que dedicar mi primera entrada a una de mis películas favoritas, que además tengo muy reciente, gracias a la exposición (y ciclo de conferencias) sobre Fellini, que se está llevando a cabo en el Caixaforum de Madrid.
Y esa película es Amarcord (a m'arcòrd), que en italiano vendría a significar "yo me acuerdo", lo cual, posiblemente, nos de la clave para entender esta divertida y entrañable obra maestra, ya que se ha querido ver ella, no sólo la historia de las gentes de una pequeña ciudad italiana en los tiempos de la dictadura de Mussolini, sino una especie de narración autobiográfica de la infancia de Fellini.

Caricaturas, hipérboles, exageraciones...todo ello puede verse reflejado en los personajes y en las diferentes historias que protagonizan, basadas en su vida cotidiana, pero que precisamente se caracterizan por este tratamiento un tanto irreal al ser fruto de "los recuerdos" de quien las cuenta. Y aquí reside la magia del film, en como Fellini ha sabido llevar a la pantalla el mecanismo de la memoria en los seres humanos, ya que siempre que "recordamos", exageramos, inventamos en cierta manera, y todo tiempo pasado nos parece más triste, más feliz, más difícil, más fácil, mejor, peor... siempre "más" de lo que realmente fue.

Si a esto sumamos unos personajes carismáticos e inolvidables, muchos de ellos prototipos humanos que nos hacen sentirnos identificados o que nos recuerdan a personas de nuestro entorno; una puesta en escena y una estética un tanto "barroca", propia del cine de Fellini; y una exquisita banda sonora compuesta por Nino Rota, nos da como resultado 127 minutos de diversión, acompañada de una cierta tristeza y una entrañable nostalgia.

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